Segunda parte del Diario de viaje por Moscú en 7 días.
Aquí te quiero contar las visitas y excursiones por los alrededores de Moscú.
Los primeros días del viaje los dediqué a visitar el centro de Moscú. La
Plaza Roja y las grandes avenidas son impresincidibles. Pero ahora tocaba
ampliar por los alrededores.
Los lugares elegidos fueron:
Sergiev Posad, Novodiévichi, Izmáilovo y Kolómenskoye.
Algunos de esos lugares son Patrimonio de la Humanidad y mucho más
tranquilos que el centro. Además, ¡viajar en tren fue toda una aventura!
Tremendo caos y tremendas risas.
Todo esto te lo cuento en esta
parte II del Diario del viaje a Moscú.
¿Quierse saber más?
Los primeros 3 días en Moscú fueron para conocer la ciudad, los
imprescindibles del centro. Bueno en realidad, los primeros cuatro días,
pero el día de llegada no lo cuento pues básicamente consistió en llegar
desde el aeropuerto hasta el hotel en metro, eso sí, fue toda una
experiencia y mucho subidón pelearse nada más llegar con el metro de Moscú
(y por aquel entonces las paradas de metro no estaban escritas en
inglés).
En la primera parte del Diario del viaje a Moscú te cuento las visitas por el centro de Moscú, incluyendo el Kremlin, la plaza Roja, la calle Arbat o los increíbles rascacielos. Digamos que es un conjunto de básicos y los que todo el mundo seleccionaría cómo primeras visitas a realizar en la ciudad. Son perfectas para realizar en 2 o 3 días (aunque desde mi punto de vista mejor 3 días).
Queda por delante otros 3 días completos en Moscú más un cuarto día en el que el vuelo salía por la tarde.
Cuando empezaba a organizar el viaje surgió la duda sobre si dedicar este tiempo a San Petersburgo (muchísima gente lo hace así y no sería raro plantearlo), pero cuando la lista de visitas en Moscú y los lugares que me gustaría conocer en ambas ciudades no paraba de crecer, al final, había que elegir, y si hay algo que no me gusta es viajar dos días a una ciudad, ver lo que te dicen que es turístico, hacer las fotos de turno, y cambiar a otra ciudad. Cuando hago eso tengo la sensación que no he conocido nada de la ciudad. Me gusta ver otro tipo de barrios, ir despacio, ver tiendas, parques, intentar "entender" la vida ahí, ver supermercados... así que por todo eso el viaje fue completo en Moscú y San Petersburgo quedará para otra ocasión. Aunque desde Moscú se pueden hacer una excursiones de ida y vuelta bastante interesantes que te ayudan a completar un poquito más la imagen del país (muy poco, por que teniendo en cuenta lo enooooorme que es Rusia pues es imposible).
En esta entrada te quiero contar esa segunda etapa en Moscú con excursiones.
En la primera parte del Diario del viaje a Moscú te cuento las visitas por el centro de Moscú, incluyendo el Kremlin, la plaza Roja, la calle Arbat o los increíbles rascacielos. Digamos que es un conjunto de básicos y los que todo el mundo seleccionaría cómo primeras visitas a realizar en la ciudad. Son perfectas para realizar en 2 o 3 días (aunque desde mi punto de vista mejor 3 días).
Queda por delante otros 3 días completos en Moscú más un cuarto día en el que el vuelo salía por la tarde.
Cuando empezaba a organizar el viaje surgió la duda sobre si dedicar este tiempo a San Petersburgo (muchísima gente lo hace así y no sería raro plantearlo), pero cuando la lista de visitas en Moscú y los lugares que me gustaría conocer en ambas ciudades no paraba de crecer, al final, había que elegir, y si hay algo que no me gusta es viajar dos días a una ciudad, ver lo que te dicen que es turístico, hacer las fotos de turno, y cambiar a otra ciudad. Cuando hago eso tengo la sensación que no he conocido nada de la ciudad. Me gusta ver otro tipo de barrios, ir despacio, ver tiendas, parques, intentar "entender" la vida ahí, ver supermercados... así que por todo eso el viaje fue completo en Moscú y San Petersburgo quedará para otra ocasión. Aunque desde Moscú se pueden hacer una excursiones de ida y vuelta bastante interesantes que te ayudan a completar un poquito más la imagen del país (muy poco, por que teniendo en cuenta lo enooooorme que es Rusia pues es imposible).
En esta entrada te quiero contar esa segunda etapa en Moscú con excursiones.
DIARIO DEL VIAJE A MOSCÚ, PARTE II
En esta segunda parte del viaje de 7 días a Moscú:
- Excursión al pueblo de Sergiev Posad
- Visita al Monasterio Novodiévichi y de compras en Izmáilovo
- Visita al parque de Kolómenskoye y recorrido nocturno por el centro de Moscú
- Vuelta al aeropuerto
Día 5: Sergiev Posad, excursión desde Moscú
El monasterio de la Trinidad y San Sergio
se encuentra en Sergiev Posad a 70 km de Moscú. Es
Patrimonio de la Humanidad y forma parte de la ruta del
Anillo de Oro de Rusia.
Es un monasterio muy importante para los rusos y centro de la iglesia
ortodoxa en funcionamiento construido entre los siglos XV al
XVIII.
Todo el recinto se encuentra amuralla y en cierto modo recuerda un poco a la estructura del Kremlin de Moscú pero esta vez los colores que destacan son azules, amarillos y blanco.
Todo el recinto se encuentra amuralla y en cierto modo recuerda un poco a la estructura del Kremlin de Moscú pero esta vez los colores que destacan son azules, amarillos y blanco.
Las cúpulas de sus Iglesias son preciosas. Durante este viaje creo que
lo que más nos llamaba la atención, la arquitectura y los colores de las
iglesias, tan diferentes a las que estábamos acostumbrados a ver, que
nos encantan. Tenemos tantas fotos, por que son todas tan bonitas, que
ya no sabemos ni que iglesia o monasterio son pues simplemente paseando
por la calle ya te encuentras lugares interesantes.
La visita al Monasterio de Sergiev Posad lleva algunas normas, sobre todo la más importante es para las mujeres pues es obligatorio que se cubran la cabeza (así que hay que llevar pañuelo) y por supuesto se espera respeto y silencio pues es un lugar de culto.
La entrada al monasterio es gratuita, pero admiten donativos o por ejemplo algo muy bonito es comprar unas velas y ofrecerlas, es algo que hace todo el mundo.
La visita al Monasterio de Sergiev Posad lleva algunas normas, sobre todo la más importante es para las mujeres pues es obligatorio que se cubran la cabeza (así que hay que llevar pañuelo) y por supuesto se espera respeto y silencio pues es un lugar de culto.
La entrada al monasterio es gratuita, pero admiten donativos o por ejemplo algo muy bonito es comprar unas velas y ofrecerlas, es algo que hace todo el mundo.
Es un lugar muy espiritual y tranquilo, si no habéis estado
antes en un lugar similar seguro que os llama la atención, pero si
ya habéis visitado otros monasterios ortodoxos puede que vuestra visita
no se vea del todo recompensada ( o quizás si, eso dependerá de gustos)
pero no deja de ser un monasterio más con una arquitectura muy
llamativa. En el resto del pueblo de Sergiev Posad no hay nada más que
ver.
Algo curioso es que antes de llegar al monasterio, por fuera de la
muralla, había una especie de mercadillo o como llamamos aquí “top
manta” bastante grande. Estaba por la mañana y no sé si será unos días
determinados o es siempre así, pero desde luego era curioso. Vendían
un poco de todo, algunas cosas un poco raras, aunque no tuve mucho
aguante en el mercadillo por que éramos el foco de atención, no había
más turistas por allí, y nadie nos quitaba ojo, me sentí muy observada
jajaja.
Fotos de Sergiev Posad |
Más fotos de Sergiev Posad |
Desde la estación de tren hasta el monasterio de Sergiev Posad se va
andando, no recuerdo cuanto se tarda pero no creo que sea más de 15
minutos. Lo bueno de esto es que se puede visitar un poco las callecitas
del pueblo, que aunque no tienen demasiado encanto, tampoco están mal
¡Es un pueblo ruso! y simplemente por eso ya el paseo merece la
pena.
Para comer lo hicimos justo enfrente de la estación de tren y al lado de la de autobús pues hay un pequeño centro comercial.
Muchas agencias organizan viajes para visitar el monasterio ida y vuelta desde Moscú. Fuimos por libre.
Para comer lo hicimos justo enfrente de la estación de tren y al lado de la de autobús pues hay un pequeño centro comercial.
Muchas agencias organizan viajes para visitar el monasterio ida y vuelta desde Moscú. Fuimos por libre.
Los trenes salen desde la estación
Yaroslavsky, junto a la estación de Leningrado en Moscú.
Para ir hasta la estación habría que coger el metro hasta la parada Kosomolskaya. Es una estación enorme con varios edificios, el que interesa (la estación de trenes) tiene forma de palacio.
Los horarios de los trenes los llevaba mirados y anotados antes del viaje, varias franjas horarias porque tampoco tenía claro cuánto nos llevaría la excursión. Se pueden ver los horarios aquí aunque hoy en google maps ya sale todo jajaja.
Hay taquillas automáticas para sacar los billetes. Saldrá el ticket y a esperar al andén a que llegue el tren. No tiene mucha
pérdida.
Hay letreros como en todas las estaciones pero en cirílico (al menos no
estaba en inglés en el momento del viaje aunque quizás esto ha podido ir
cambiando, al menos en Moscú). Así que habría que buscar Сергиев Посад (qué es Sergiev Posad en cirílico) y la hora.
Sirvió mucho de ayuda llevar todas las paradas de la ruta apuntadas en
cirílico, porque sino es bastante complicado orientarse. Lo conseguí
desde la web que he dejado más arriba. Al pulsar sobre el número de
tren, saldrá un listado de la estaciones, la hora a la que llegará y un
mapa. Sergiev Posad no será la última parada y por eso hay que estar
atento. Y preguntar a alguien será bastante complicado.
El viaje fue un poco largo, algo así como una hora y media, en un tren
regional bastante viejo
con asientos de madera y lento. Eso sí, muy animado pues constantemente
pasan a vender absolutamente de todo, tipo “la tienda en casa”.
Demostraciones para limpiar cristales, mantelerías, material de cocina, en
fin, de todo.
Prácticamente no había turistas. Había muchas mujeres que van a Moscú a
vender sus labores. Las paradas del trayecto son bastante curiosas porque
hay unas cuantas en mitad del bosque, aquí es muy popular bajar para
recoger setas y es probable que encuentres a moscovitas con sus cestas de
mimbre que vienen a pasar el día.
Día 6: Novodiévichi Monastir y Izmáilovo, por los alrededores de Moscú
NOVODIÉVICHI MONASTIR
El Monasterio de
Novodiévichi es el más importante de Moscú (metro Sportivnaya). Están siendo unos días con
visitas a muchos monasterios pero es que es una de las visitas más
importantes para hacer en Moscú así que no te lo puedes perder.
El monasterio está conservado perfectamente desde 1524, muchas esposas de
los zares o de la realeza se recluían aquí para terminar sus días. Por
este motivo justo al lado de monasterio hay un cementerio muy importante
en el que descansan grandes personalidades.
Como puntos para visitar serían:
- La iglesia de la Transfiguración
- La catedral de la virgen de Smolensk
- Iglesia de San Juan Bautista
- Un campanario de 70m de altura
- El palacio de Lopujín
-
El cementerio (el cementerio
no lo visitamos, había que pagar entrada y tampoco conocemos mucha
historia rusa como para conocer a demasiadas de las celebritis aquí
enterradas).
A parte de visitar todo el monasterio por dentro otra idea es bordear la
muralla por fuera pues en uno de los lados se encuentra cómo un jardín y
un enorme lago. Aquí había muchos novios que vienen a hacerse fotos de
boda (había cómo unos tres grupos de novios y equipo de fotógrafos, así
que pensé que es típico jajaja). La verdad el agua del lago estaba muy
sucia y no daba muy buena imagen, una pena, porque podría ser un lugar muy
bonito si estuviera mejor cuidado (quizás esto ha podido cambiar, ojalá,
imagino que las fotos de los novios las retocarán jajaja).
MERCADO DE IZMÁILOVO
Por la tarde visitamos la zona de
Izmáilovo (estaba
justo al lado del hotel).
Izmáilovo es un pequeño kremlin, antiguamente residencia de recreo o de caza de los zares. Hoy es un mercadillo de artesanía, donde los Sábados y los Domingos, adquiere un colorido especial con todas las tiendas abiertas, los turistas y la gente paseando. Yo diría que es un imprescindible si se visita Moscú y sobre todo para hacer algunas compras de regalos.
Izmáilovo es un pequeño kremlin, antiguamente residencia de recreo o de caza de los zares. Hoy es un mercadillo de artesanía, donde los Sábados y los Domingos, adquiere un colorido especial con todas las tiendas abiertas, los turistas y la gente paseando. Yo diría que es un imprescindible si se visita Moscú y sobre todo para hacer algunas compras de regalos.
Llegar hasta Izmáilovo es muy fácil pues hay unas paradas de metro con el
nombre de Izmáilovski y todas esas dejarían bastante cerca.
Para entrar hay que pagar entrada, no recuerdo el precio pero
era barato, sirve para mantener todo el recinto, que seguro que te
gusta.
Dicen que aquí se admite el regateo, posiblemente sea así, pero nosotros
todas las compras que hicimos no regateamos nada, porque digamos que el
semblante generalmente serio de los artesanos y el idioma pues no nos
animaba a intentarlo. Además el precio de las cosas que compramos tampoco
era excesivo y no te vas a poner a regatear un par de euros.
Fuera del mercadillo, hay
un parque o más bien una
especie de bosque (como los parques de por Moscú que son enormes) que es
muy agradable para dar un paseo siguiendo el río. Nosotros ampliamos la
visita dando un paseo por el parque.
Desde un puente se pueden hacer unas fotos muy bonitas, podemos seguir andando hasta llegar a un recinto con una iglesia con unas cúpulas negras y muy cerca de aquí hay un pequeño parque de atracciones.
No te tiene mucha pérdida y con google maps orientarse es muy fácil.
Desde un puente se pueden hacer unas fotos muy bonitas, podemos seguir andando hasta llegar a un recinto con una iglesia con unas cúpulas negras y muy cerca de aquí hay un pequeño parque de atracciones.
No te tiene mucha pérdida y con google maps orientarse es muy fácil.
Día 7: Kolómenskoye y Recorrido nocturno por el centro de Moscú
KOLÓMENSKOYE
Un día más en Moscú y soledado, y lo mejor, muy caluroso así que
fenomenal para pasar el día tranquilamente paseando por el parque enorme
de Kolómenskoye.
Cuando organizaba el viaje a Moscú uno de los mayores errores que cometí
fue el ir cargada con ropa innecesaria!! pensando que me moriría de frío
en pleno Agosto y me llevé jerseys y chubasquero que al final no salieron
de la maleta. Hizo tanto calor que incluso tuve que doblar los pantalones
cómo pude para que fueran cortos jejeje (siii, me fui a Moscú sin
pantalones cortos). Por eso años más tarde escribí una entrada con
los errores qué cometemos en los viajes
(y seguramente seguiré cometiendo jeje) y este de las maletas con por si
acasos es uno de ellos.
Pero volvamos al parque de Kolómenskoye.
Antiguamente esta zona era un recinto de recreo de zares y
emperadores, hoy es un parque público con un museo al aire libre de arquitectura de madera.
Destaca:
- La casa de Pedro I
- La torre del monasterio de San Nicolás de Korela
- Iglesia de la Virgen de Kazán
- La entrada principal de Kolómenskoye es muy bonita
- La Iglesia blanca de la Ascensión declarada Patrimonio de la Humanidad.
Parque de Kolómenskoye |
Hay mapas a lo largo del parque y le hice una foto para llevarlo cómo
guía, pero al final lo mejor es ir dejándose llevar y meterse por los
caminos y senderos que te vayan apeteciendo.
Verás lagos, pequeños bosques, una especie de paseo “marítimo” recorriendo el río Moscova, hay un parque de atracciones, una casita muy curiosa de abejas haciendo miel (esto me pareció muy curioso)… en fin, un lugar muy recomendable, tranquilo y muy moscovita.
Además hay pequeños puestos de venta de comida rápida tipo perritos calientes, helados, crêpes, así que ya aprovechamos para comer ahí.
Verás lagos, pequeños bosques, una especie de paseo “marítimo” recorriendo el río Moscova, hay un parque de atracciones, una casita muy curiosa de abejas haciendo miel (esto me pareció muy curioso)… en fin, un lugar muy recomendable, tranquilo y muy moscovita.
Además hay pequeños puestos de venta de comida rápida tipo perritos calientes, helados, crêpes, así que ya aprovechamos para comer ahí.
RECORRIDO NOCTURNO POR MOSCÚ
No te puedes ir de Moscú sin ver la Plaza Roja iluminada (o más bien con la escasa iluminación y tan perfecta) es preciosa!
Además muchísimos edificios están perfectamente iluminados creando un conjunto chulísimo y que desde luego merece dedicar una etapa del viaje a hacer una ruta por el Moscú nocturno.
El primer objetivo es ver el anochecer para poder hacer fotos desde el río y visitar la Plaza Roja.
El anochecer lo recomiendo desde algunos de los puentes del río Moscova y sobre todo mejor si se puede ver el Kremlin.
Vistas al atardecer por el río Moscova
|
Cuando el Sol ya ha caído es impresionante
el juego de luces en la Iglesia de San Basilio, en contraste con
la oscuridad de la plaza (muy bonito). Esto lo consideraría un
imprescindible para hacer en Moscú. Por supuesto hay que pasar siempre
un control de seguridad para entrar a la plaza y estaba abarrotada de
turistas y fotógrafos.
Por cierto dicen que está prohibido hacer fotos con trípode en la Plaza Roja pero había gente que los tenía, no sé más, por que yo no llevé el trípode.
El paseo nocturno continua por el Teatro Bolshoi, la calle Nueva Arbat como la Vieja Arbat. Toda esta zona tiene un buen ambiente nocturno (aprovechamos para cenar).
La Iglesia de Cristo Salvador iluminada con un blanco intenso y las murallas del Kremlin con una tonalidad más sobria son dos lugares más muy bonitos de ver.
Un recorrido nocturno totalmente recomendable. Tampoco estuvimos hasta muy tarde por lo que siempre había gente por la calle y muchos turistas así que sentimos seguridad en todo momento. En el metro para volver al hotel creo que era mucho más tarde el día de llegada a Moscú así que también había bastante gente y sin problema.
Por cierto dicen que está prohibido hacer fotos con trípode en la Plaza Roja pero había gente que los tenía, no sé más, por que yo no llevé el trípode.
El paseo nocturno continua por el Teatro Bolshoi, la calle Nueva Arbat como la Vieja Arbat. Toda esta zona tiene un buen ambiente nocturno (aprovechamos para cenar).
La Iglesia de Cristo Salvador iluminada con un blanco intenso y las murallas del Kremlin con una tonalidad más sobria son dos lugares más muy bonitos de ver.
Un recorrido nocturno totalmente recomendable. Tampoco estuvimos hasta muy tarde por lo que siempre había gente por la calle y muchos turistas así que sentimos seguridad en todo momento. En el metro para volver al hotel creo que era mucho más tarde el día de llegada a Moscú así que también había bastante gente y sin problema.
Fotos nocturnas de Moscú |
Día 8: Último día en Moscú y vuelta a casa
El viaje a Moscú ha sido un no parar. Moscú cansa mucho, es una ciudad
enorme y simplemente moverte en metro de un lado a otro ya gasta las
energías. Además llevaba un montón de visitas en la lista.
Moscú no fue una ciudad que me enamorara pero es inevitable que el último día siempre se sienta pena, sobre todo por el fin de una semanita de vacaciones.
Moscú no fue una ciudad que me enamorara pero es inevitable que el último día siempre se sienta pena, sobre todo por el fin de una semanita de vacaciones.
El avión salía a media tarde, pero decidimos madrugar e irnos temprano al
hotel pues había leído que los controles de seguridad del aeropuerto son
muy lentos y estrictos. Además para ir de Moscú al aeropuerto sería de
nuevo en transporte público (metro+tren): Tomar el tren Aeroexpress desde la estación de metro Paveletski.
Menos mal que fuimos con tiempo de sobra al aeropuerto pues llevó
fácilmente 2 horas cruzar los controles del aeropuerto.
Primero teníamos que sacar los billetes (no llevábamos el check-in), control de pasaportes, de todos los papeles que llevábamos encima, el escáner de cuerpo completo que encima me pito! y todo es con colas... así que te recomiendo ir con bastante margen, por que van muy lentos.
Lo peor fue que encima el vuelo se retrasó y tuvimos que estar bastantes horas esperando dentro y no sé si fue la terminal, pero no había prácticamente sillas, la gente se tumbaba por el suelo. Mucho agobio y uno de los peores aeropuertos que conozco en ese sentido. Así que nada, ahí tirados en el suelo, y sin poder andar por los pasillos de la cantidad de gente que había, esperamos el vuelo.
Primero teníamos que sacar los billetes (no llevábamos el check-in), control de pasaportes, de todos los papeles que llevábamos encima, el escáner de cuerpo completo que encima me pito! y todo es con colas... así que te recomiendo ir con bastante margen, por que van muy lentos.
Lo peor fue que encima el vuelo se retrasó y tuvimos que estar bastantes horas esperando dentro y no sé si fue la terminal, pero no había prácticamente sillas, la gente se tumbaba por el suelo. Mucho agobio y uno de los peores aeropuertos que conozco en ese sentido. Así que nada, ahí tirados en el suelo, y sin poder andar por los pasillos de la cantidad de gente que había, esperamos el vuelo.
Con esto ha terminado el resumen del viaje a Moscú durante 7 días.
Como decía antes fue un viaje cansado por las dimensiones de una gran
ciudad. Cruzar cada calle, el tráfico y la cantidad de gente, te hacen dar
más pasos de los deseado y en general es cansado. Llegaba al hotel
agotada.
Si tuviera que dar una lista de los motivos por los que considero que el
viaje a Moscú es interesante y atractivo sin duda serían los
siguientes:
- Visitar la Plaza Roja, que aunque suene tópico, es impresionante
- Las cúpulas de cada iglesia nos llaman constantemente la atención
- El metro de Moscú posiblemente uno de los mejores del mundo
- Los pasadizos subterráneos para comunicar unas paradas de metro con otras son todo un centro comercial
- Las moles de edificios y los rascacielos (los conocidos como las 7 hermanas).
- Las excursiones de esta entrada: Sergiev Posad, el trayecto en el tren, los monasterios...
- El idioma y los juegos aprendiendo cirílico.
Y hablando sobre el
idioma, aunque el objetivo no sea ponerte a hablar con nadie, pero lo
básico como pedir comidas, los tickets del metro y entradas a los
lugares de interés es difícil incluso realizar la compra. Quizás esto
haya podido cambiar y hay más cosas en inglés pero por ejemplo cuando
estuvimos en un Mc Donald de Moscú no tenían la carta en inglés y
tuvimos que pedir a ojo jejeje (a nosotros esto nos parece divertido y
por eso no nos importa ir por libre, pero quizás puede ser incómodo para
otras personas).
El carácter de los moscovitas no es precisamente sociable (hay excepciones por su puesto), pero digamos que con el tipo de personas en las que nos cruzamos en el viaje, principalmente taquillas, controles, metro, recibimos muy pocas sonrisas. Esto no es para nada malo, hace que el viaje sea todavía más especial pues cada país tiene si estilo y la magia de viajar es precisamente eso.
El carácter de los moscovitas no es precisamente sociable (hay excepciones por su puesto), pero digamos que con el tipo de personas en las que nos cruzamos en el viaje, principalmente taquillas, controles, metro, recibimos muy pocas sonrisas. Esto no es para nada malo, hace que el viaje sea todavía más especial pues cada país tiene si estilo y la magia de viajar es precisamente eso.
Poco a poco Moscú se ha ido abriendo al turismo extranjero, quizás el
mayor número de visitas las reciba de países de la antigua Unión
Soviética y también que desde este viaje han pasado unos cuantos años y
seguramente haya mejorado/facilitado sus indicaciones turísticas para ir
por libre, pero en aquel momento muy poco gente visitaba Moscú por su
cuenta, casi todo eran grupos organizados. Hoy me consta que no es así
es muchísimos viajeros van por libre y desde luego es factible para
hacer por libre y segura.
La elección de visitar Moscú fue precisamente por lo llamativa de su
arquitectura, pero también por ser Rusia, y para intentar ver el estilo de
vida y el carácter de esta gran ciudad. El viaje cumplió el
objetivo.
Si me preguntan si tengo pensado volver, quizás no diría que sí tan
rápido como en otras ciudades, es cierto que Moscú me gustó pero no es una
ciudad en la que me gustaría pasar una larga temporada. De volver a Rusia
el objetivo está puesto en conocer San Petersburgo.
Moscú es un viaje que recomiendo, creo decir sin mucho error que se encuentra en la lista de deseos de la gran mayoría de los amantes de los viajes. Es un objetivo, un sueño, a tachar de la lista y ya lo he podido cumplir.
Moscú es un viaje que recomiendo, creo decir sin mucho error que se encuentra en la lista de deseos de la gran mayoría de los amantes de los viajes. Es un objetivo, un sueño, a tachar de la lista y ya lo he podido cumplir.