El destino del que te quiero hablar en esta entrada, quizás por estar tan
cerca de España, muchas veces queda olvidado de los planes de viajes. Es una pena.
Portugal es
un país que me encanta. He viajado unas 7 veces (o quizás más) y tiene un montón de lugares sorprendentes, desde paisajes, monumentos y sobre todo sus
gentes y su gastronomía.
En esta entrada te contaré todo sobre el primer viaje a Portugal en el que dediqué prácticamente todos los días a visitar Lisboa y con excursión a Sintra (cuando todavía no era famosa).
¿Quieres saber qué ver en Lisboa con
excursiones a Sintra y Évora?
En este primer viaje a Lisboa me habría gustado incluir más
destinos, sobre todo de playa como Cascais, pero no había
demasiados días disponibles para el viaje, además al ir en coche desde
España un par de días se pierden en el trayecto, pero así queda la
excusa perfecta para volver por esta zona de Portugal.
Otro motivo por el que hay que volver a Lisboa es porque perdí todas
las fotos del viaje!!! si te gusta viajar y hacer fotos tanto cómo a
mí, sabrás lo que eso significa, una catástrofe jajaja. Así que las
que aquí pondré son o capturas de google o prestadas.
DIARIO DEL VIAJE A LISBOA (CON EXCURSIÓN A SINTRA Y ÉVORA)
Día 1 del viaje a Lisboa: Carretera a Lisboa
Este día está dedicado prácticamente a la carretera (A-5 española más
IP7 portuguesa).
Llama mucho la atención como nada más cruzar Badajoz el paisaje cambia
radicalmente, todo muy montañoso y muy verde.
Una buena idea es parar a visitar Elvas.
Por su localización fronteriza Elvas fue siempre objetivo de ataques y
conquistas entre españoles y portugueses, aunque es portuguesa desde
1226 siempre fue un punto clave para los castellanos. Todo esto hizo que
se levantara una enorme
fortificación con más de 20
torreones y que a día de hoy se ha mantenido bastante bien conservada.
Según llegas a la ciudad se puede ver el acueducto de Amoreiras y leí que contaba con más de 840 arcos.
Ya en el caso antiguo o fortaleza se puede dar un paseo por sus
calles, la plaza con la Catedral (o
Iglesia de Nuestra Señora la Asunción), todo con casas bajas y
blancas, y también un castillo. Es pequeño y se visita bastante
rápido.
Es una parada breve y a mí me gustó. En los alrededores también hay un par de fuertes más que se pueden visitar, el Forte de Graça y el de Santa Lucía. Para que te hagas una idea de cómo son esos fuertes te pongo unas fotografías aéreas donde se distingue perfectamente la estructura poligonal.
Es una parada breve y a mí me gustó. En los alrededores también hay un par de fuertes más que se pueden visitar, el Forte de Graça y el de Santa Lucía. Para que te hagas una idea de cómo son esos fuertes te pongo unas fotografías aéreas donde se distingue perfectamente la estructura poligonal.
Llegamos a Lisboa por la tarde.
La entrada a Lisboa fue por el puente 25 de Abril. Se puede ver la copia del
Cristo Redentor de Río de Janerio.
Había bastante atasco por que sería hora punta, y había que pasar un
peaje. Había una cola algo más rápida y allí que nos pusimos. Pero,
¡sorpresa! resultó ser una de las puertas para aquellos que tienen un
pase especial similar al Via-T de España, y de eso te das cuenta cuando
ya es inevitable salir de ahí, estaba todo lleno de coches y no había
manera de cambiar de cola. Así que al final tuvimos que pasar por allí
con la correspondiente multa que tuvimos que pagar en el acto!
Un poco enfadados con el despiste y por el retraso que esto supuso,
pues perdimos el plan que teníamos organizado para la tarde, tocaba
callejear por Lisboa en busca del hotel. Llevábamos memorizado el
recorrido que había que hacer hasta el hotel (no teníamos gps ¡qué
tiempos aquellos! jajaja solo unos mapas impresos) y curiosamente,
llegamos bien, sin problemas (es cierto que tuvimos que preguntar a un
par de personas, que tiempos aquellos en los que preguntabas a la gente
cómo llegar a un sitio). El hotel estaba muy cerca del Corte Inglés y de
la Plaza de España.
Este día no hubo tiempo para demasiadas visitas, un reconocimiento de la
zona en busca de algo para cenar. Al día siguiente comenzaría la
paliza.
Día 2 del viaje a Lisboa: Paseando por Lisboa (una gran ruta)
Antes de empezar a contar los puntos que hay que visitar en Lisboa, comentar que la ruta quedó mal planificada, ilusa pensaba que 1 día sería suficiente para visitar Lisboa. Pero las cuestas y las distancias fueron mayores de lo esperado, y fue toda una paliza de la que bueno digamos que aprendí, así que desde ya dejo la primera recomendación del viaje:
RECOMENDACIÓN 1: Dedicar al menos 2 días completos para visitar Lisboa.
El día comienza caminando desde la Plaza de España, la plaza del Marqués de Pompal, luego por la Avenida de la Libertad que termina en la plaza Dos
Restauradores, sigue un poco por el Rossio
para terminar en la Plaza Do Comercio.
Todo este recorrido será aproximadamente unos 3 km andando y
más o menos línea recta.
Es agradable pues es todo llano, y se va viendo todo el contraste en
las construcciones y en los barrios. En 1755 hubo un terrible
terremoto en Lisboa que destrozó toda esta zona y el marqués de Pompal
creó un nuevo trazado con una estructura bastante cuadriculada, se le
llama la Baixa.
En la plaza Do Comercio, en la que destaca el arco del triunfo y la
estatua de José I, ya en la zona de la rivera del Tajo.
Todo el paseo anterior lo recomiendo, es una manera tranquila y agradable de ir conociendo Lisboa.
Todo el paseo anterior lo recomiendo, es una manera tranquila y agradable de ir conociendo Lisboa.
Toda esta zona de
Belem es uno de
los puntos fuertes que debe visitar todo aquel que se encuentre en
Lisboa. Desde aquí partían las carabelas sus viajes y en su lugar se
encuentra la Torre de Belém y el Monasterio dos Jerónimos.
La plaza do Imperio se encuentra justo enfrente del
Monasterio, es un jardín con una fuente. Aunque no nos detuvimos
mucho por aquí por que había mujeres vestidas de negro (gitanas) que
se acercaban para leerte el futuro y ese tipo de cosas, y eran un
poco pesadas.
Comenzamos directamente con el Monasterio dos
Jerónimos.
Lo que destaca sin lugar a dudas del monasterio es su claustro, de estilo manuelino. Aquí se encuentra la tumba de Vasco da Gama y de reyes como Manuel I.
Lo que destaca sin lugar a dudas del monasterio es su claustro, de estilo manuelino. Aquí se encuentra la tumba de Vasco da Gama y de reyes como Manuel I.
Al lado se encuentra el Museo de la Marina, la fachada es
bastante impresionante. Hay más museos por la zona como el de
carruajes y el arqueológico.
Si te encuentras por la zona también hay que visitar el Monumento a los Descubridores, con muchas esculturas de los grandes exploradores portugueses liderado por Enrique el Navegante. En el suelo hay una enorme brújula.
Otro monumento totalmente obligatorio es la Torre de Belém y por supuesto entrar en ella. Subir hasta lo alto de la torre y admirar las vistas. La arquitectura de la torre es muy bonita, con muchos balcones, todo muy decorado, con almenas, todo de estilo manuelino.
Si tienes hambre no te puedes olvidar de los famosos "Pasteis de Belém", aunque los venden por toda Lisboa dicen que los originales, los de la receta secreta desde 1837 son los que encontraremos aquí en Belém. La dirección es "A rúa de Belém, 84-92" y posiblemente te encuentres una larga cola, sobre todo de turistas, que quieren probar estos pasteles de hojaldre y crema.
Para volver al centro de Lisboa lo hicimos en un cercanías que
nos dejaría en el Rossio, y desde allí volvimos por otras calles diferentes de nuevo
dirección plaza Do Comercio pero con el objetivo de subir por el
barrio antiguo del Castillo,
el barrio de la Alfama.
Vimos
la Casa do Bissos, la Sé de Lisboa
y ya la cuesta se va haciendo más dura, se puede subir con un bus
turístico pero recorrerlo poco a poco andando tiene su encanto, sus
casas, sus ropas colgadas, sus
miradores como el de Santa Luzia, cafeterías, en definitiva es agradable pasearlo y es dónde se
siente el carácter de la ciudad.
Una vez en
el castillo comentar que el principal objetivo de la visita son las vistas que se obtienen de Lisboa, por dentro
prácticamente no tiene mucho y puede ser prescindible, pero claro,
las vistas son espectaculares.
Lo siguiente sería volver a bajar de está zona, pero recorriendo
otras calles, por la
la Plaza Figueira y hasta el famosísimo
Elevador de Santa Justa (construido por un aprendiz de Gustave Eiffel) y que sube hasta el
barro de Chiado
(el barrio Alto). De nuevo las vistas de todo el barrio y del
castillo son impresionantes - qué pena haber perdido mis fotos
-.
El Elevador te deja justo al lado de
la Iglesia do Carmo, en ruinas desde el terremoto de 1755, y es famosa por la
estructura de los arcos que se mantienen desde entonces.
El barrio de Chiado es bastante bonito, desde aquí se puede ir hasta el mirador de San Pedro y bajar de nuevo con el Elevador da Gloria hasta la plaza Dos restauradores.
Sintra es un pueblo como de cuento de hadas, es precioso.
Para llegar a Sintra desde Lisboa es muy fácil, hay que coger un tren desde la estación Entrecampos-poente, que está bastante cerca de la plaza de España.
Para llegar a la estación lo hicimos andando, así de paso vimos la plaza de toros llamada Campo Pequeño, el objetivo era ver la arquitectura pues cuenta con unas cúpulas así cómo de estilo árabe. que es bastante curiosa.
La duración del viaje en tren desde Lisboa a Sintra fue aproximadamente 1 hora y te deja en la estación a las afueras del pueblo.
Los lugares que hay que visitar en Sintra son los siguientes:
Pasamos un bonito día Sintra, desde mi punto de vista es un imprescindible si se visita Portugal y con más motivo si se está unos días en Lisboa. Estoy segura que volveré algún día.
Este día tocaba madrugar pues antes de volver para España había que ir a dar un paseo por la zona de la Expo de Lisboa, el parque de las Naciones y el Oceanográfico.
También se puede subir en un teleférico que recorre el paseo marítimo, fueron unas horas tranquilas y agradables. Es una zona moderna y si se tiene tiempo no está mal incluirla para pasar por aquí un par de horas. Además el Oceanográfico tiene muy buena fama así que si además se viaja con niños es una muy buena actividad.
El barrio de Chiado es bastante bonito, desde aquí se puede ir hasta el mirador de San Pedro y bajar de nuevo con el Elevador da Gloria hasta la plaza Dos restauradores.
Aquí termina este largo día. Cenamos por la zona algo y ya
dirección al hotel que el día había sido suficiente.
Día 3 del viaje a Lisboa: El gran descubrimiento, Sintra
Sintra es un pueblo como de cuento de hadas, es precioso.
Aunque no solo hay que visitar el pueblo sino todo el paraje de
la sierra de Sintra con bosques, riachuelos, fuentes, castillos,
un lugar maravillo donde perderse.
Para llegar a Sintra desde Lisboa es muy fácil, hay que coger un tren desde la estación Entrecampos-poente, que está bastante cerca de la plaza de España.
Para llegar a la estación lo hicimos andando, así de paso vimos la plaza de toros llamada Campo Pequeño, el objetivo era ver la arquitectura pues cuenta con unas cúpulas así cómo de estilo árabe. que es bastante curiosa.
La duración del viaje en tren desde Lisboa a Sintra fue aproximadamente 1 hora y te deja en la estación a las afueras del pueblo.
Los lugares que hay que visitar en Sintra son los siguientes:
- Sintra pueblo
- Palacio Nacional de Sintra (en el mismo pueblo)
- Castelo dos Mouros (son unas murallas alucinantes)
- Palacio da Pena (sacado de un cuento)
La primera visita fue Sintra Vila
(el pueblo), donde las callejuelas empinadas, restaurantes, tiendas
para el turista y esos maravillosos miradores hacen que no
te arrepientas del viaje.
Te recomiendo visitar el interior del Palacio Nacional de Sintra que destaca principalmente por las dos chimeneas cónicas de las cocinas. Fue un palacio de veraneo de la realeza hasta 1880, su origen es árabe pero tras la reconquista tuvo muchas modificaciones sobre todo acercándolo al estilo manuelino. La visita es corta, pero entretenida.
A la salida tocaba buscar el autobús que sube hasta Castelo dos Mouros.
Te recomiendo visitar el interior del Palacio Nacional de Sintra que destaca principalmente por las dos chimeneas cónicas de las cocinas. Fue un palacio de veraneo de la realeza hasta 1880, su origen es árabe pero tras la reconquista tuvo muchas modificaciones sobre todo acercándolo al estilo manuelino. La visita es corta, pero entretenida.
A la salida tocaba buscar el autobús que sube hasta Castelo dos Mouros.
El trayecto en este autobús será algo que no olvidaré
nunca. Nos reímos muchísimo pero por no llorar de miedo,
porque la carretera no da para muchas maniobras del
autobús y era tanto de subida como de bajada con curvas
muy pronunciadas. Así que el conductor iba por el medio de
la carretera (bastante rapidillo) y cuando llegaba a una
cuerva pitaba como un poseído jajaja, para indicar al
conductor en sentido de bajada de que llegaba. En fin,
llegamos bien al castillo que es lo importante
jajaja.
El paraje es precioso, árboles enormes, riachuelos,
plantas que crecen entre las murallas del castillo de
verdad muy bonito.
Te recomiendo llevar un picnic y se puede tomar dentro
del castillo, o bueno en realidad lo que hoy queda del
castillo son una murallas recorriendo la sierra y se
puede ir siguiendo una ruta, en parte por las murallas
con unas vistas increíbles, se podía ver el mar y unos
acantilados de vértigo.
Una vez completado el recorrido, toca llegar
hasta el Palacio da Pena. Esta es la visita clave de Sintra.
Para llegar al Palacio da Pena desde Castelo dos Mouros
lo hicimos pr una ruta de senderismo. Estaba señalizada
y era muy bonita, en cuesta, pero bonita. Según te vas
acercando y vas viendo esas cúpulas, esos colores de
cuento entre los árboles no puedes parar de hacer fotos
a cada paso.
Cuando me enseñaron una foto de este Palacio me pareció asombroso y para nada me imaginaba que algo así estaría tan cerca como en Portugal.
Esta obra maravillosa fue promovida por el rey Fernando II en el siglo XIX. La verdad por fuera es mucho más bonito que por dentro, que no deja de ser un palacio más, y recuerdo como uno de los puntos fuertes las vistas de los alrededores desde el torreón.
Cuando ya empezaba a anochecer tocaba volver para Sintra con el autobús, que bajaba a tope e incluso había gente tenía que ir de pie (menos mal que la bajada fue algo más suave que la subida jajaja).
De nuevo el tren y de vuelta a Lisboa.
Cuando me enseñaron una foto de este Palacio me pareció asombroso y para nada me imaginaba que algo así estaría tan cerca como en Portugal.
Esta obra maravillosa fue promovida por el rey Fernando II en el siglo XIX. La verdad por fuera es mucho más bonito que por dentro, que no deja de ser un palacio más, y recuerdo como uno de los puntos fuertes las vistas de los alrededores desde el torreón.
Cuando ya empezaba a anochecer tocaba volver para Sintra con el autobús, que bajaba a tope e incluso había gente tenía que ir de pie (menos mal que la bajada fue algo más suave que la subida jajaja).
De nuevo el tren y de vuelta a Lisboa.
Pasamos un bonito día Sintra, desde mi punto de vista es un imprescindible si se visita Portugal y con más motivo si se está unos días en Lisboa. Estoy segura que volveré algún día.
Día 4 del viaje a Lisboa: Zona de la EXPO de Lisboa, Évora y vuelta a casa
Este día tocaba madrugar pues antes de volver para España había que ir a dar un paseo por la zona de la Expo de Lisboa, el parque de las Naciones y el Oceanográfico.
También se puede subir en un teleférico que recorre el paseo marítimo, fueron unas horas tranquilas y agradables. Es una zona moderna y si se tiene tiempo no está mal incluirla para pasar por aquí un par de horas. Además el Oceanográfico tiene muy buena fama así que si además se viaja con niños es una muy buena actividad.
Desde aquí dejaríamos Lisboa por el
puente Vasco da Gamma, impresionante y por cierto de peaje.
Unas horas más tarde llegamos a Évora, la última ciudad portuguesa que
visitaríamos en este viaje y que pilla de paso en la
ruta en coche de Lisboa a España.
Évora fue declarada
Patrimonio de la Humanidad
en 1986. Es importante por su Universidad y por su patrimonio
arquitectónico, como
la Sé, el templo romano y el museo de Évora. Es una ciudad agradable para pasear, con sus
callecitas blancas, recordando a una ciudad
andaluza.
El recuerdo que tengo de Évora es que no había prácticamente
nadie por las calles, por supuesto muy pocos turistas y los
que estábamos nos encontrábamos todo el rato pues todos
visitamos lo mismo. Évora tiene un casco histórico pequeño por
lo que sería más bien una ciudad de escapada de un día y una
visita tranquila.
IMPRESIONES Y CONCLUSIONES DE ESTE VIAJE A LISBOA Y SINTRA
Lisboa me sorprendió sobre todo por la arquitectura de
sus calles y su distribución, las cuestas, las calles
estrechas y empedradas junto con los muchísimos miradores que
hay en cada barrio de Lisboa son su seña de identidad y con lo
que me quedo de este primer viaje a Lisboa.
En esta primera toma de contacto con Lisboa me arrepentí por no haber pasado un día más en la ciudad. Me gusta realizar las vistias con calma y de reconocer que con Lisboa me equivoqué. Pensaba que sería más pequeña y manejable, pero para nada. Lisboa tiene mucho que ver y simplemente llegar de un lado a otro lleva su tiempo y con tanta cuesta se termina muy cansado.
En esta primera toma de contacto con Lisboa me arrepentí por no haber pasado un día más en la ciudad. Me gusta realizar las vistias con calma y de reconocer que con Lisboa me equivoqué. Pensaba que sería más pequeña y manejable, pero para nada. Lisboa tiene mucho que ver y simplemente llegar de un lado a otro lleva su tiempo y con tanta cuesta se termina muy cansado.
Por eso, desde mi punto de vista,
lo ideal para conocer Lisboa es dedicar 3 días completos a
la ciudad.
He tenido la suerte de volver a Lisboa 10 años después, ¡ha pasado muchísimo tiempo! lo sé, y gracias a eso, he podido comprobar lo mucho que ha cambiado Lisboa en algunas cosas.
He tenido la suerte de volver a Lisboa 10 años después, ¡ha pasado muchísimo tiempo! lo sé, y gracias a eso, he podido comprobar lo mucho que ha cambiado Lisboa en algunas cosas.
Todo esas impresiones de volver a Lisboa, junto con
consejos para sobrevivir a boom turístico de Lisboa te lo cuento en esta entrada.
Y que puedo decir de Sintra...
¡Un lugar mágico!
¡Un lugar mágico!
Y pensar que algo tan bonito no está demasiado lejos de casa
es una suerte. Y además, tengo que decir que tuve la suerte de
conocer Sintra cuando todavía no había llegado la fama de
Instagram y todo era "menos conocido". Ahora para viajar a
Sintra hay que tener muy en cuenta la fecha del viaje si no
quieres terminar el día haciendo colas y pelearte por una
foto. Aún así, es una zona tan, pero tan bonita, que es normal
que reciba tantos visitantes, todos queremos ver lugares
bonitos.
De Évora te diría que me recordó a ciudades españolas.
No había nadie. Incluso llegamos a pensar si realmente
merecería la pena dedicar el día a visitarla porque no había
ambiente ni preparación turística. De esto hace 10 años y
estoy completamente segura que ha cambiado. Évora me gustó
para dedicarle unas horas, pero quizás no para ir a pasar un
días, creo que si vas a Lisboa desde España en coche es la
parada perfecta para visitar algo bonito y aprovechar el día
para que no sea tanta carretera.
En el blog puedes encontrar mucha más información sobre
Portugal pues ya van 4 viajes por libre al país vecino y
seguramente tocarán más: